29 mayo 2014

La presunción de veracidad; una falacia insostenible

La presunción de veracidad es una incongruente falacia que en la práctica solo sirve para dar comodidad a los jueces y de paso, como quien pasa al lado y mete la mano en el bote de caramelos, una evidente ventaja de tahúr a todas aquellas autoridades que tengan a bien delinquir.

No son casos excepcionales ni aislados

Durante las redadas en bares nocturnos de Alicante, los funcionarios policiales suelen asignar al "pinto, pinto gorgorito" la posesión de las sustancias ilegales que recogen del suelo de los locales en los que se realizan dichas redadas, esto es algo ya sabido desde hace tiempo o más bien un Hecho Pelado y para comprobarlo solo habría que cotejar las estadísticas de multas por posesión y las de cantidades decomisadas pero no asignadas a nadie durante las redadas en Alicante, con las mismas estadísticas de cualquier otra ciudad; lo que nos daría una eficacia tan por encima de la media, que los datos de aprensión en Alicante solo pueden parecer maquillaje estadístico o fraude a secas.


Como quiera que en dichas redadas se suelen imponer únicamente sanciones administrativas; con la sola y nefasta "Presunción de Veracidad" [Fuente inagotable de prevaricación y brutalidad policial] aplicable a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, sobra y basta para condenar a quien halla tenido la desgracia de cruzarse en el camino de ciertos funcionarios; sin embargo, para recurrir dicha sanción si que haría falta disponer de una pasta gansa; así que los ciudadanos se ven al albur de ciertos funcionarios, que cobran por mantener el respeto de la ley y que hacen gala de un sentido de la honradez, que en el mejor de los casos les llega justo para echar el día.

No digo que el que sea sorprendido consumiendo sustancias prohibidas por la ley no sean sancionados; lo que digo es que los que no lo hacen no pueden ser sancionados y mucho menos por el ilícito interés de oficiales de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, que usan el ordenamiento jurídico encubrir su mediocridad.

Esta claro que los máximos responsables de la policía en Alicante saben muy bien quienes son y como actúan sus subordinados; pero también esta claro que mientras esto sirva para inflar las estadísticas de "eficacia" policial ¿Qué más dará el constante abuso de norma y el violento acoso al que los ciudadanos se ven sometidos?

Matonismo legal

Que dos inspectores irrumpan violentamente en medio de un grupo que fuma junto a la puerta de una tasca [Dentro esta prohibido] y en base a una impresión olfativa de uno de ellos, increpen violentamente y zarandeen, aplastando contra una valla a una chica elegida al azar de entre el grupo, es claramente una actitud digna de ser calificada de agresiva prepotencia medieval; pero que además y ante las preguntas del resto del grupo y algún ciudadano que se acerco, los policías respondieran amenazándolos con multar a todos los presentes por negarse a identificarse; [Cuando sus carnés de identidad, uno de ellos por iniciativa del afectado, ya estaban en manos de ese mismo oficial, el más amenazante] es un terrorífico caso de abuso de la Presunción de Veracidad de una desfachatez tan descabellada que resulta imposible justificar o soslayar.

Ante el escándalo que formaron y la agresividad que mostraban los policías de paisano, llegue ha temer por la integridad física de la agredida y grabé un archivo de sonido de los desaforados gritos y amenazas que solo profería uno de los policías y que hicieron que algunos vecinos despertaran y se asomaran.

Su agresividad era tan desproporcionada, tan fuera de lugar y tan prepotente que, francamente, parecía provenir del consumo de sustancias anabolizantes o estupefacientes; de hecho uno los futuros multados por preguntar las razones de su agresividad, les solicito acudir a un centro medico para realizar una analítica de todos los presentes; a lo que se negaron y llamaron refuerzos, refuerzos que al rato de llegar y en vista de lo absurdo de la situación se fueron, dejando solos a sus 2 vociferantes compañeros de paisano que poco después también se fueron. 

[Sucedió el 13/06/2011, en la calle Tarifa del casco antiguo de Alicante].

No pude presenciar el posterior juicio, porque los testigos citados por la defensa no pueden entrar en la sala hasta que el juez los cita a declara y al final, 15 minutos después de comenzar, no hizo falta mi declaración para que absolvieran a todos los acusados.

Titular de la Subdelegación del gobierno en Alicante: Doña Encarnación Llinares Cuesta.
Comisario jefe provincial de Alicante: Don Enrique Durán.

En todos lados se cuecen habas

Tras la recusación con éxito de 5 jueces 5 del caso [El segundo de la persecución a SS el Juez Garzón] de las fosas del franquismo [sus señorías, don Juan Saavedra Ruiz, don Adolfo Prego, don Joaquín Jiménez Gracia, don Francisco Monterde y don Juan Ramón Berdugo] y las rocambolescas sentencias "a la española" que han absuelto a politos del PPCV sin que Sus Señorías llegaran, ni tan siquiera, ha leer los expedientes completos o, más jocoso todavía, alguna Señoría adujera "argumentos" como que: "El alcalde no quería ni savia que estaba delinquiendo, así que el delito no existe".

Todo ello, hoy más que nunca, hace patente la necesidad de eliminar la capciosa y falaz "Presunción de Veracidad" del ordenamiento jurídico español; pues si la cúspide del escalafón judicial se sirve de las leyes a su conveniencia o capricho; imaginen ustedes lo que sucede de hay para bajo.

Ernesto Contreras Cazaña

18 abril 2014

Cómo normalizaron el canibalismo financiero | Ventana Overton

La ventana Overton es una teoría política que describe como una ventana estrecha el rango de ideas que el público puede encontrar aceptable, y establece que la viabilidad política de una idea es definida de forma primaria por este hecho antes que por las preferencias individuales de los políticos. 
[W] Ventana Overton


Esta técnica, llamada 'la ventana Overton' consiste en una secuencia concreta de acciones con el fin de conseguir el resultado deseado, "puede ser más eficaz que la carga nuclear como arma para destruir comunidades humanas", opina el columnista Evgueni Gorzhaltsán.

En su artículo en el portal Adme, pone el ejemplo radical de cómo convertir en aceptable la idea de legalizar el canibalismo paso a paso, desde la fase en que se considera una acción repugnante e impensable, completamente ajena a la moral pública, hasta convertirse en una realidad aceptada por la conciencia de masas y la ley. Eso no se consigue mediante un lavado de cerebro directo, sino en técnicas más sofisticadas que son efectivas gracias a su aplicación coherente y sistemática sin que la sociedad se dé cuenta del proceso, cree Gorzhaltsán.

Primera etapa: de lo impensable a lo radical

Obviamente, actualmente la cuestión de la legalización del canibalismo se encuentra en el nivel más bajo de aceptación en la 'ventana de posibilidades' de Overton, ya que la sociedad lo considera como un fenómeno absurdo e impensable, un tabú.

Para cambiar esa percepción, se puede, amparándose en la libertad de expresión, trasladar la cuestión a la esfera científica, pues para los científicos normalmente no hay temas tabú. Por lo tanto, es posible celebrar, por ejemplo, un simposio etnológico sobre rituales exóticos de las tribus de la Polinesia y discutir la historia del tema de estudio y obtener declaraciones autorizadas sobre el canibalismo, garantizando así la transición de la actitud negativa e intransigente de la sociedad a una actitud más positiva.

Simultáneamente, hay que crear algún grupo radical de caníbales, aunque exista solo en Internet, que seguramente será advertido y citado por numerosos medios de comunicación. Como resultado de la primera etapa de Overton, el tabú desaparece y el tema inaceptable empieza a discutirse.

Segunda etapa: de lo radical a lo aceptable 

En esta etapa, hay que seguir citando a los científicos, argumentando que uno no puede blindarse a tener conocimientos sobre el canibalismo, ya que si alguna persona se niega a hablar de ello será considerado un hipócrita intolerante.
 
Al condenar la intolerancia, también es necesario crear un eufemismo para el propio fenómeno para disociar la esencia de la cuestión de su denominación, separar la palabra de su significado. Así, el canibalismo se convierte en 'antropofagia', y posteriormente en 'antropofilia'.

Paralelamente, se puede crear un precedente de referencia, histórico, mitológico, contemporáneo o simplemente inventado, pero lo más importante es que sea legitimado, para que pueda ser utilizado como prueba de que la antropofilia en principio puede ser legalizada.

Tercera etapa: de lo aceptable a lo sensato

Para esa etapa, es importante promover ideas como las siguientes: "el deseo de comer personas está genéticamente justificado", "a veces una persona tiene que recurrir a eso, si se dan circunstancias apremiantes" o "un hombre libre tiene el derecho de decidir qué come".
 
Los adversarios reales a esos conceptos, es decir, la gente de a pie que no quiere ser indiferente al problema, intencionadamente se convierten para la opinión pública en enemigos radicales cuyo papel es representar la imagen de psicópatas enloquecidos, oponentes agresivos de la antropofilia que llaman a quemar vivos a los caníbales, junto con otros representantes de las minorías.

Expertos y periodistas en esta etapa demuestran que durante la historia de la humanidad siempre hubo ocasiones en que las personas se comían unas a otras, y que eso era normal.
  
Cuarta etapa: de lo sensato a lo popular

Los medios de comunicación, con la ayuda de personas conocidas y políticos, ya hablan abiertamente de la antropofilia. Este fenómeno empieza a aparecer en películas, letras de canciones populares y videos. En esta etapa, comienza a funcionar también la técnica que supone la promoción de las referencias a las personajes históricos destacados que practicaban la antropofilia.

Para justificar a los partidarios de la legalización del fenómeno se puede recurrir a la humanización de los criminales mediante la creación de una imagen positiva de ellos diciendo, por ejemplo, que ellos son las víctimas, ya que la vida las obligó a practicar la antropofilia.
 
Quinta etapa: de lo popular a lo político

Esta categoría supone ya empezar a preparar la legislación para legalizar el fenómeno. Los grupos de presión se consolidan en el poder y publican encuestas que supuestamente confirman un alto porcentaje de partidarios de la legalización del canibalismo en la sociedad. En la conciencia pública se establece un nuevo dogma: "La prohibición de comer personas está prohibida."

Esta es una técnica típica del liberalismo que funciona debido a la tolerancia como pretexto para la proscripción de los tabúes. Durante la última etapa del 'movimiento de las ventanas' de Overton de lo popular a lo político, la sociedad ya ha sufrido una ruptura, pues las normas de la existencia humana se han alterado o han sido destruidas con la adopción de las nuevas leyes.

Gorzhaltsán concluye que el concepto de las 'ventanas de posibilidades', inicialmente descrito por Joseph Overton, puede extrapolarse a cualquier fenómeno y es especialmente fácil de aplicar en una sociedad tolerante en la que la llamada libertad de expresión se ha convertido en la deshumanización y donde ante nuestros ojos se eliminan uno tras otro todos los límites que protegen a la sociedad del abismo de la autodestrucción.

Articulo original de Evgueni Gorzhaltsán publicado en el portal Adme

Otras formulaciones desarrolladas luego de la muerte de Overton añaden el concepto de mover la ventana, por ejemplo promoviendo deliberadamente ideas aún menos aceptables que aquellas que ya se encuentran fuera de la ventana, con la intención de hacer a éstas más aceptables en comparación con las nuevas. [W] Ventana Overton